viernes, 27 de diciembre de 2013

Estrenos con la Robopilingui

Los últimos juegos que hemos estrenado la robopilingui y yo este final de otoño han sido:


1) PYRAMIDION:
Un juego sencillo, bastante interactivo y de temática egipcia (elementos todos ellos que me motivan bastante a la hora de adquirir un juego, quizá menos lo de sencillo), que le compré a The Black Meeple sabiendo lo que hacía (pues él ya me advirtió del tipo de juego que era). En él, se va apostando por obtener los servicios de diferentes ciudades, que se van resolviendo uno a uno, con bastante faroleo y cierto puteo. El juego es sencillo, como decía, correcto y bastante dinámico, pero no pasa de entretenido para mi gusto, por lo que no se va a quedar. Y seguro que funciona mejor a más jugadores, que a dos quedaba flojete (aunque para ver las mecánicas ya vale). No es que sea flojete, es que, al menos en mi caso, ha llegado demasiado tarde...




2) NILE DELUXOR:
Un quemacartas sencillo y meramente entretenido. En tu turno puedes plantar delante tuya cartas del mismo tipo (un mínimo de 2 de un recurso concreto), siempre que no esté ya plantado por otro jugador,a menos que superes en número a lo que ese jugador ya tiene. Además, en cada turno se saca una carta (la crecida del Nilo) que determina qué recurso se recolectará de la plantación que haya del mismo (si la hay), y también qué recurso NO se podrá plantar en ese turno. También se puede en tu turno, en lugar de plantar, especular, poniendo una carta de especulación delante tuya y si la próxima crecida muestra un recurso reflejado en la carta de especulación robas tres cartas (además de las 2 que normalmente se roban al final de tu turno).

Se trata por tanto de un juego sencillo, demasiado rápido para mi gusto, caótico como pocos aunque entretenido. No recomiendo su adquisición, pero si te lo regalan, se puede disfrutar. Y el arte es bonito.




3) DVONN:
Tercer juego que pruebo del Proyecto Gipf, y tercer éxito en juegos abstractos de este tipo. De reglas sencillísimas, materiales excelentes e infinita rejugabilidad, es ese tipo de juego que puede durar eternamente en la colección si tienes con quien jugarlo (y ambos tienen el mismo nivel y partidas detrás). Básicamente, al principio del juego se colocan las fichas de uno y de otro alternativamente rellenando todo el tablero, y eso constituye el setup inicial. Posteriormente, en cada turno, el jugador debe mover una o varias fichas apiladas de su propiedad (esto es, con la ficha superior de su color) en línea recta un número de espacios equivalentes al número de fichas apiladas, siempre que el movimiento sea legal. En ese movimiento se puede pasar por casillas vacías, pero se debe terminar el movimiento encima de una ficha o grupo de fichas (las controle quien las controle). Las fichas Dvonn (las rojas) establecen la obligatoriedad de cada ficha y/o apilamiento de estar en contacto con ellas directamente o a través de una cadena de fichas de cualquier color; las fichas que no estén conectadas de ese modo se eliminan del tablero y del juego. El juego acaba cuando no se pueden hacer más movimientos legales, y se suman las fichas que controla cada jugador, ganando el que más tiene. Una genialidad, sin duda.



4) LORDS OF SCOTLAND:
Alguien dijo en cierto foro de cuyo nombre no quiero acordarme que este juego era una pasada en cuanto a estrategia y profundidad. Me costaba trabajo entender eso viendo las fotos de BGG de las cartas, sencillos diseños (hasta cutres) con aparentemente varios parámetros (palabras clave, un número grande, etc). Además, las reglas sólo llenaban una cuartilla por ambas caras, y eso debía haberme hecho sospechar lo peor. Pero como siempre me pasa, rellené un pedido con este paquetito y me arriesgué. Pensé: "quizá sea una pasada semejante al Battle Line" (filler sesudo e interesante como pocos, a pesar de sus pocas reglas y sencillez en diseño). Pero nada más lejos de la realidad. Ya tan sólo en la explicación, la robopilingui me preguntó si no tenía otra cosa que sacar, que aquello olía a mierdaca. No le quise creer, aferrándome a la fe de que comenzaría a iluminarse a lo largo de la partida. Efectivamente, a media partida este MIERDÓN nos provocó tal hastío e incomprensión que tuve que recogerlo apresurado para que ella no diera por concluida la sesión lúdica. Aún a día de hoy no logro entender cómo semejante estupidez infrahumana puede ser testeada, producida y vendida a seres humanos. Y no logro entender la necesidad de su diseñador de traer este cagarro absurdo e insulso al mundo. ¿Es que nadie le advirtió durante el desarrollo del tipo de aborto lúdico que estaba gestando? Yo cada vez entiendo menos el mundo comercial...




5) GO WEST:
Los juegos de Colovini son siempre (al menos los antiguos) un ejemplo de sencillez de reglas, indiscutible originalidad y relativo caos enfermizo. Este diseño, como es habitual, es un ejemplo claro de brillantez inspirada y de entretenimiento original. En tu turno, o bien juegas una carta de la mano y ejecutas movimientos en el tablero pagando el dinero reflejado en la carta, o bien vendes una carta y cobras de la banca el dinero que costaría ejecutarla. A medida que pasan los turnos, se van configurando mayorías en las diferentes regiones del tablero (que representan el avance de la colonización del oeste americano) que se pueden puntuar si alguien desencadena la puntuación jugando esa tercera posible acción en su turno sin hacer otra cosa. Lo divertido es que esas puntuaciones afectan a todos los jugadores (y no sólo al que realiza la acción e incluso paga por ella), por lo que cada turno (sobretodo si lo juegan dos jugadores) es una pelea salvaje por posicionarse y por al mismo tiempo romper las mayorías del otro, por lo que nunca parece el momento correcto de ejecutar la puntuación (siempre sale más de uno beneficiado). Un gran juego, sencillo y no demasiado largo para lo que ofrece, que siempre deja la sensación (como en otros juegos del autor) de que no existe una estrategia clara y definida y que por tanto te obliga a jugar por intuición y de manera más táctica que estratégica, lo cual es refrescante entre tanto euro cerrado y de combos repetitivo que pueblan la escena lúdica.


2 comentarios:

  1. El Dvonn lo teníamos encargado en Alemania pero al final no llegó, así que sigue en nuestra wishlist reforzado! Y el Go West parece el típico Colovini que nos haría gracia (ya tenemos alguno que otro de él, que sin ser grandísimos juegos, cumplen muy bien). Entre estos y los anteriores, no habéis tenido un mal otoño ;)

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    1. Estos jueguillos que reseñé son entretenidos y bastante rejugables (los buenos). Vienen bien, sobretodo si se juega a dos personas.

      Un saludo ;)

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